Acariciar con palabras

«Puedes acariciar a la gente con palabras»

Comienzo con esta frase me parece todo un acierto y, yo que soy muy de palabras, pues me parece perfecta para comenzar 2019. La frase pertenece al señor Scott Fitzgerald y, aunque razón no le falta, no está demás señalar que al igual que puedes acariciar almas también puedes destrozarlas, porque las palabras, según el uso que se le dé, pueden ser muy peligrosas.

wynn bullock photography, old typewriter 1951
Wynn Bullock. Old Typewriter 1951

Me he dado cuenta que, con el tiempo, nos olvidamos de lo que pudo significar esas palabras que no hace tanto nos emocionaron, escuchamos palabras huecas, palabras que se rompen en mil pedazos cuando al caen al suelo y a nadie le importa, salvo a ellas. Y durante esa caída, ellas sonríen porque recuerdan que por un solo segundo nos acariciaron el alma. Qué poético me ha quedado todo cuando en realidad, lo que quiero decir es que tan importante es cuidar lo que decimos como ESCUCHAR. Tenemos que escuchar más leñe, que lo hacemos muy poco. En parte es normal, tanto estímulo nos aturde, así que preferimos decir mucho sin escuchar a nadie – salvo  que reafirmen nuestras ideas, claro-  y terminamos por rodearnos de mucho insensato que dice sin pensar, hiere sin pestañear y de demasiado oído sordo que ignora lo que le rodea. Resumiendo: la vida se ha convertido en Twitter.

Ya me perdonaréis si la entrada ha resultado un poco intensa, con lo bonito que es el día  de Reyes y lo felices que somos todos poniéndonos hasta arriba de roscón, pero he querido aprovechar este primer texto de 2019 para recordaros de nuevo que las palabras nunca vienen solas. Siempre hay algo detrás. Así que ya que utilizamos las palabras, que sea para acariciarnos que estamos muy faltos de cariño.

Sed buenos
Danae
 

Deja una respuesta