Calor, consejos y más de lo mismo

¡Qué tal majos! Calor ¿eh? Por fin nos hemos convertido en lo que realmente somos: unos seres sudoroso, pegajosos, malhumorados y que brillamos con luz propia. ¡Viva el calor!

Pero yo no he querido desanimarme y he preferido sacar beneficio de este calor ¿Cómo?Escribiendo esta entrada ¿Por qué? Porque he escrito a Google y le he preguntado cómo afrontar la ola de calor y me he encontrado algunos consejos muy interesantes. Las fuentes de estos son publicaciones de gran prestigio científico como Vice, Womens Health o Huffington Post entre otros (vale sí, este último puede pasar). Vamos que no me he movido de la primera página del buscador. Allá voy:

Voy a empezar por mi preferido: Beber cerveza. Esto no es nada nuevo, de hecho es bastante obvio, calor es igual a cerveza, de toda la vida. Claro que hay que beber agua pero es que después de beber dos litros  sabe hasta mal. Eso sí, ojito con pasarse no vayas a ir borracho perdido a la reunión de última hora de la tarde.

Desenchufar los electrodomésticos: Espero que no se refieran también al frigorífico porque sí, da calor, pero es que si no la cerveza no se enfría, el helado se derrite y eso frustra a cualquiera. Para evitar peleas por la última cerveza fría… mejor no lo desenchuféis, es por el bien común. De todas maneras, ¿el aire acondicionado y el ventilador no son electrodomésticos? Ahí lo dejo.

Comer cosas fresquitas: sí, es obvio. Pero no, no siempre lo cumplimos. Debo señalar que las altas temperaturas funden el sentido común y eso provoca que muchos de los que turistean por las ciudades decidan comer la cocina típica de la zona, aunque eso conlleve meterse «pal» cuerpo un platazo de Cocido Montañés o la comida más picante que pillen a 30 grados solo porque es lo que se come por la zona.

Robert Doisneau La douche à Raizeux, 1949
Robert Doisneau La douche à Raizeux, 1949

Ir a dormir antes. Esto es gracioso porque claro tú no duermes no porque estés de fiesta sino porque el calor no te deja. ¿Qué te irías a dormir antes? Sí ¿Qué no puedes? También. Porque bien tienes que hacer cosas en la casa, compras o salir por ahí a despejarte o bien porque el calor, sobre todo en según qué zonas, no remite ni queriendo.

Cambia las sábanas. Bien, se refiere al tipo de material de estas, no a cambiarlas por unas limpias, esto voy a asumir que lo hacemos todos, por higiene y esas tonterías. Pues bien, que oye que la franela y la lana como que no son para el verano, esto lo avisan por si algún espabilado ha sufrido una lipotimia mientras dormía por cubrirse con una manta de lana y no sabía la razón.

Enciende el extractor del baño o el de la cocina. A ver que esto no lo entiendo yo muy bien. El del baño, para quien lo tenga, puedo comprenderlo para que se vaya el vaho, que tampoco tengo yo muy claro quién narices va a ducharse con agua tan caliente en pleno verano pero bueno, cada cual con su rutina. Pero ¿el de la cocina? Yo no sé si hará algo o no, pero entre el ruido que hace y el calor que tienes, eso te tiene que levantar un dolor de cabeza descomunal. Así que a no ser que estés friendo unas croquetas,  casi que mejor quédate como estás.

Meter la ropa interior en el congelador: A ver cómo lo digo sutilmente… CISCITIS.

Para terminar os diré que a mí lo me está salvando la vida además de ir cual niño salvaje por la casa -o sea medio en bolas- es beber litros de limonada. Que en realidad es agua con limón y ya está, pero eh, qué bien sienta. No es nada del otro mundo ni original ni nada, pero tampoco lo es lo de beber mucho líquido y evitar las horas puntas de calor y mirad, nos lo tienen que recordar cada año.

Sed buenos

Danae