Decir la verdad

Como suele pasar  por estas fechas, una se pone un poco ñoña y echa mano de películas que le hagan suspirar. Ayer le tocó el turno a Love Actually, una película que a mí me gusta bastante entre otras cosas – y que si no habéis visto, no os aconsejaría seguir leyendo, no me acuséis luego de «spoilear» películas de hace casi quince años- porque me siento identificada con la torpeza de algunos de los personajes a la hora de lidiar con ciertas situaciones. Pero si menciono esta película, no es por el romanticismo o la Navidad, sino porque siempre me ha llamado la atención ese momento en el que uno de los personajes se declara a una jovencísima Keira Knightley mediante tarjetas y en una de ellas escribe que en Navidad dices la verdad.

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Bien ¿Os imagináis que fuera cierto? Pensadlo por un momento, todos esos pensamientos que se nos pasa por la cabeza, todos esos sentimientos que, por vergüenza o timidez o lo que surja, ocultamos, todo eso por lo que llegamos a tergiversar la verdad, sale al exterior, porque en Navidad hay que decir la verdad ¿Probamos?

Te encuentras con tu vecino, ese que te cae tan mal , el que no te sujeta la puerta cuando vas cargado de bolsas, tú a ese le coges en Navidad y le dices ¡Feliz Navidad! Si es tan gilipollas como parece, arqueará una ceja y pasará de ti, pero no pasa nada porque es Navidad y vas a por todas  Feliz Navidad, repetirías, por cierto, es usted un auténtico gilipollas. Y para qué mentir, lo más probable es que te quedes más a gusto que un arbusto pero claro, no procede. ¿Qué le dirías a ese compañero de trabajo que ha saboteado tu último proyecto o a la señora que se cuela siempre en el supermercado y a la que no dices nada porque no te sale nada educado o a ese miembro de la familia al que le darías con un mazo en la cabeza…? Les dirías muchas cosas,  eso lo sé bien, y sería estupendo si una vez pasadas estas fechas todo se olvidara. Uno se desahoga y listo pero no, eso no pasa. También hay que tener en cuenta que a nosotros también nos dirían esa verdad sin tapujos y lo más probable es que tampoco te haga demasiada gracia.

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Pero no vamos a ponernos en lo peor, hablemos de amor, que eso nos gusta mucho ¿Te declararías a esa persona que tanto te gusta en estas fechas? Porque sí, el chico del que hablaba al principio, el de la peli, se declara a la muchacha así sin más, sin esperanza alguna. Pero es que todos tenemos esperanza en ser correspondidos, aunque sea mínima, pero a la que nos aferramos con fuerza. Pero eso no es lo importante. La cuestión es ¿te arriesgarías a declararte  a la persona que te gusta en Navidad? Si es correspondido, si te dice que tú también le gustas y el ambiente se llena de corazones, perfecto pero… ¿Y si resulta que ya tiene pareja o que no le atraes lo más mínimo?, pues yo no sé vosotros pero a mí me daría tal bajonazo que ni con todo el turrón del mundo lograría reducir la amargura del momento – sí, así de dramática soy yo- y un bajón emocional en plena Navidad puede ser muy peligroso.

A mi parecer, creo que lo mejor sería aprovechar los villancicos y mazapanes para decir te quiero a tu familia o a tus amigos ¿verdad? pero claro, si nunca lo has dicho es muy posible que crean que te has pasado con el champán es  bastante altas.

Resumiendo, que decir la verdad está muy bien pero a lo loco, pues no, y menos en Navidad, que estamos todos muy sensibles. Así que nada, declarémonos cuando estemos preparados, no forcemos situaciones que sabemos que van a acabar mal y seamos sinceros con todos, pero sobre todo con nosotros mismos, en Navidad, Año Nuevo y siempre.

Sed buenos
Danae