Duérmete niño, duérmete ya

Vengo aquí a reivindicar que las nanas no son cosa de niños. Asociamos estas canciones a melodías de rima fácil que provocan, si hay suerte, que el niño deje de berrear y duerma a pierna suelta. Pero no, hay nanas que no lo parecen y que pueden ayudar a adultos como tú y como yo a no retrasar la hora de meternos en la cama. Me refiero a esas canciones que con solo oírlas nos calma y nos incitan a un sueño tranquilo y necesario.

Esa voz suave, dulce, que te canta bajito, como un susurro y te acompaña de la mano hacia el mundo de los sueños… no, no es cosa de niños. No debería serlo. La música es el bálsamo para los insomnes, esa píldora mágica que, aunque no te llegue a adormecer, si te sume en una tranquilidad necesaria. Las nanas son melodías escritas para olvidar, para convertir un momento en EL momento, para no temer al sueño que tantas veces nos es arrebatado.

Little blue dreamer go to sleep
Let’s close our eyes and call the deep
slumbering land that just begins
When day is done and little dreamers spin

Tampoco me voy a poner exquisita, hay canciones que nos transmiten esa sensación de protección maternal y que nos incitan a la somnolencia y la tranquilidad sin ser nanas. También me vale. Este tipo de música es un abrazo en mitad de la noche, una caricia que nos reconforta, es un «tranquilo que todo irá bien». No es solo una canción, es nuestra cura contra el estrés, contra el miedo a los monstruos nocturnos, contra las preocupaciones, contra el embrollo que se ha formado en nuestra mente y somos incapaces de deshacer.

Nuestro descanso, la construcción de nuestro mundo nocturno a veces depende de una «simple» melodía. Escoged con cuidado, porque os acompañará siempre.

bill.jpg
Pinterest

Sed buenos
Danae