Lo bonito del lenguaje es que está en constante evolución -de no ser así seguiríamos hablando en castellano antiguo-, y lo interesante de esta evolución es descubrir términos nuevos que a la gente se le ocurre mientras toma café. Fobo, por ejemplo, una palabra con la que me tropecé el otro día, que en inglés significa Fear of better options, o sea el miedo a no tomar la mejor decisión.
Esto del fobo viene porque, como pasa como todo en esta vida, lo que para unos son decisiones sencillas para otros se convierten en una fuente de estrés. Y estos últimos, parece ser que son los fobos. En realidad, no es más que otra palabra para denominar un tipo de ansiedad, pero que el término debe haberse pasado de moda y se han inventado otro, por variar supongo.
Técnicamente la vida es más fácil porque tenemos más a nuestra disposición aunque eso también implica decidir más. Antes no podías desear algo que no existía, pero ahora lo tenemos todo a un clic: series, películas, viajes, eletrodomésticos, muebles… lo que deseemos, podemos tenerlo. Así que lo que ocurre es que con tanta variedad uno ya no sabe donde tiene el gusto ni lo que quiere, y terminamos por invertir nuestro precioso tiempo en decidir sobre cosas que probablemente carecen de importancia.
La vida consiste en tomar decisiones, unas más determinantes que otras, pero la mayoría más o menos importantes para seguir nuestro camino. Sin embargo, cada vez nos pasamos más tiempo decidiendo sobre cosas que no tienen tanta importancia como queremos pensar. A mí me ha resultado más complicado elegir unos tiradores para un armario que la universidad donde estudié, con eso os digo todo. Es absurdo y triste y gracioso y todo a la vez. Estamos llegando a un punto en el que debemos preguntarnos ¿es esto vital? Por que no, decidir qué serie ver no es vital, escoger unos tiradores bonitos no es vital y, por supuesto, elegir si cenar pizza o sushi, tampoco lo es.
Las ansiedades están ahí. No se van a ir por mucho que les cambiemos de nombre. Depende de nosotros simplificar, depende de nosotros no agobiarnos ni magnificar lo pequeño. Es tan complicado como suena, porque nunca llegaremos a saber si realmente nuestra decisión fue la más acertada y eso es precisamente lo que nos martiriza.
Vayamos paso a paso. Siempre podremos cambiar de series y de tiradores, es lo bueno de las cosas materiales, que se pueden cambiar.
Danae