No nos paremos

Me he acostumbrado a escribir con música de piano de fondo. Desde Beethoven hasta Agnes Obel. Unos pulsan unas teclas mientras yo pulso otras, pero todos buscamos transmitir emociones con más o menos acierto.

Escucho el sonido de las teclas de un piano que es tocado por unas manos que no son las mías y solo siento paz y tranquilidad. Una tranquilidad que contrasta con el movimiento de las calles y, sin saber cómo, el verano diferente se me vuelve confortable, porque a pesar de ser septiembre, a pesar de la vuelta al cole, sigue siendo verano.  

Y este verano diferente que ya está llegando a su fin, va a dar paso a un  otoño ídem. Ahora todo es diferente y extraño, hasta que sin darnos cuenta deje de serlo. Pero hasta que ocurra eso, hasta que nos habituemos a lo nuevo, tenemos que lidiar con este desconocimiento e incertidumbre que nos está volviendo un poco locos. 

No deberíamos aferrarnos a la normalidad que conocíamos, porque eso, nos guste o no, ya no existe. De alguna manera, debemos encontrar en toda esta anomalía una oportunidad, una luz que nos guíe, porque la hay, siempre la hay. Que nadie intente actuar como si nada, hacer lo de siempre, porque repito, lo de siempre ya no existe. 

Hoy he leído una entrevista a Rosa Montero que decía que  «La pandemia nos ha mostrado que éramos felices y no lo sabíamos». Vamos, «el no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos» de toda la vida. Nos ha tocado vivir una situación jodida, más para unos que para otros, no intentemos volver a lo que se ha quedado atrás; quien sabe, tal vez podamos regresar a lo de siempre cuando se convierta en algo nuevo.

De las putadas nacen las oportunidades, de eso ya hablé en la entrada «Sobre las cosas buenas de la vida» , porque nos guste o no nadie sale fortalecido viviendo en un mundo de algodón de azúcar, uno se fortalece a base de caídas y rasguños. De nosotros depende sacar algo de utilidad de todo esto. 

Así que por favor, nos nos quedemos parados, no nos quedemos en el sitio esperando a que todo vuelva a ser como antes, porque no va a pasar. Sigamos adelante, con nuestros miedos e incertidumbre, sigamos adelante porque es lo único que podemos hacer, con más o menos agilidad, con más o menos rapidez, pero hacia delante. Siempre.

Danae