He leído un artículo que nos avisa que hay vídeos de recetas hipercalóricas que promueven la obesidad. Qué maravilla, con censurar todos los canales problema resuelto, no más obesidad, ¡chin púm!
Estoy un poco harta de ver cómo se responsabiliza a otros de lo que es cosa nuestra. Los excesos son malos, eso deberíamos tenerlo grabado a fuego. Sabemos que si te alimentas a base de patatas fritas y hamburguesas, las arterias se colapsarán, y que si solo comes lechuga, además de desmayarte corres el peligro de convertirte en vaca.
Soy defensora de la libertad de elección. No soy partidaria de tratar a las personas adultas como si fueran niños pequeños, creer que una publicación incita a la obesidad o a lo que sea, me parece de un simplismo alarmante. Hay mucho más que «vídeos que promueven la obesidad», no son pocas las causas las que están detrás del problema y reducirlo a culpar a ciertas publicaciones de ello es, además de injusto, absurdo.

Es fácil ver cómo se acusan a personas gordas de promover la obesidad por el simple hecho de serlo y a otras muy delgadas de lo contrario. Sin embargo, nadie acusa a un gilipollas de hacer apología de la gilipollez ¿verdad? Sinceramente, me parece un insulto a la inteligencia reducir los problemas hasta este punto.
¿Qué es lo que buscamos con tanto señalar con el dedo? ¿Censurar? ¿Dejar que las personas dejen de elegir por sí mismas? ¿Hacer sentir mal a quienes son como son? Todos buscamos ser libres y, sin embargo, parece que enfocamos todos nuestros esfuerzos en todo lo contrario.
El problema no son los vídeos, ni que se haga apología de nada, somos nosotros. Somos nosotros quienes debemos pensar que eso que nos presentan no es tan maravilloso, pero para eso tenemos que pensar. Somos de «consumo fácil», solo hace falta que nos lo pongan bonito y lo cogemos, por eso las cadenas de comida rápida tienen tanto éxito: nos dan lo que queremos. Otra cuestión es que la comida basura sea más barata que otras opciones más sanas, pero eso es otro tema. Aquí de lo que se trata es de que uno no se vuelve obeso por ver vídeos de comida, es mucho más complejo que eso.
Debemos ser libres para tomar nuestras decisiones con sus consecuencias, siempre y cuando no dañen a nadie claro. La cagaremos en más de una ocasión, nos perjudicaremos en más de dos, aprendamos de todo ello y dejemos de responsabilizar a otros de nuestros malos hábitos.
Sed buenos
Danae