Se quejaba Toby Veck, el personaje de Las campanas de Dickens, que ¡En todas partes el Año Nuevo! El Año Viejo ya se consideraba muerto. Queridos niños, así es. A escasas horas de darle un portazo en las narices al 2017, hacemos balance y fijamos nuestras esperanzas en el nuevo. Y es que, siguiendo con el viejo Toby Veck, se aguarda el Año Nuevo como si del príncipe heredero del mundo se tratase, con bienvenidas, presentes y celebraciones.
Hacemos balance y, como una dieta mal planeada, puede que nos haya salido la cosa un poco desequilibrada ¿no? Cosas buenas y malas conviven cada año, nos aferramos a las primeras porque, más nos vale si no queremos perder la sonrisa y la ilusión. Que sí hombre, que la ilusión y la esperanza es lo último que debe perderse y nada mejor que dejar el 2017 para saludar con la cabeza a un 2018 con el cuerpo bien lleno de ilusión.
Incertidumbre, recuerdos, repaso mental de todo lo vivido, fotografías con los mejores momentos, tachones que hemos tirado a la basura sin mirar, oscuridad que hemos iluminado con esfuerzo. Miedo, ilusión, sonrisas, risas, carcajadas, dolor de tripa de tanto reír, lágrimas furtivas, esas que nadie ha visto, tristeza que no se pudo ocultar. Ceños fruncidos, gritos, alegrías, envidias, idas sin venidas que se convirtieron en huidas, bailes sin sentido, canciones que desafinamos sin pudor, abrazos ansiados, otros rechazados…todo eso ya lo dejamos atrás para, de nuevo, volver a enfrentarnos a esa incertidumbre y sumergirnos en la construcción de nuevos recuerdos, en dibujar sonrisas, inundar el ambiente con nuestras carcajadas y, por supuesto, en enfrentarnos a toda esa mierda que, de cuando en cuando, nos llegará hasta el cuello. Volvemos a empezar justo donde lo dejamos, nadie lo ha movido por temor a romperlo.
Queridos niños, nos vamos para volver al mismo lugar, como si el tiempo realmente no hubiera pasado. Una nueva oportunidad que, como cada inicio de año, cogemos con ganas. Hagamos una cosa: esta vez agarrémosla con fuerza, no la soltemos, solo por ver qué pasa.

Sed buenos
Danae